viernes, 16 de noviembre de 2007

"Historias para no dormir: ¡¡Qué vienen los lobos!!"

Un día soleado, cielo despejado y con un azul intenso, tiempo caluroso pero agradable, un ibiza rojo y ganas de hacer algo en el tedio que significa estar en El Retiro en verano, fueron las razones más que suficientes para decidirnos por pasar el día en el pantano de Aznalcóllar.
Álvaro se puso en contacto con su amiga Maribel, que reside en dicho pueblo con todas sus consecuencias, es decir, una chica con físico de princesa y modales aprendidos debajo de un terrón de tierra.
La idea gustó tanto que al final nos presentamos en el pantano unas 14 personas. Las risas, las cervezas, los bikinis y el sol fueron buenos compañeros durante toda la estancia.
Cuando había transcurrido media tarde, un grupo de amigos de Maribel se fueron con 2 de los 3 coches de los que disponíamos para la vuelta. Evidentemente, nos despedimos entre risas y sin perder un sólo segundo en disfrutar la estancia en nuestro querido pantano.
Seguíamos compartiendo, riendo y bebiendo hasta que el mismo Sol se cansó de nosotros y comenzó a retirarse para iluminar a otros grupos de incondicionales en otra parte del mundo.
Y así llegó el momento de la retirada. Recogimos todo y caminamos hacia el gran Ibiza Rojo, que manejaba Álvaro conn una destreza sin igual. Cuando llegamos al vehículo, todos echamos una mirada a todos los demás componentes del grupo que quedaba y cuál fue nuestra sorpresa que nos dimos cuenta de que éramos 10 personas para un sólo coche.
Intentaré enumerarlos aunque pido el "comodín dle público" para que me corrijan si es necesario: Maribel, Álvaro, David, Raúl, la prima de Maribel, tres americanos (si,si...de esto me acuerdo), un servidor y una duda...creo que el integrante que me falta era Nacho (Dorito), pero prefiero tener confirmación del hecho.
Pues allí estábamos la tropa para un solo coche de tres puertas. Por supuesto seguían las risas y los comentarios jocosos, como si no hubiera problema, que en realidad no había problema comparado con lo que pasaría después.
¿Que cómo nos metimos 10 personas en un Ibiza del año 90? no puedo decir los puestos porque sé que me estaría equivocando, pero sólo puedo asegurar 3 puestos: Álvaro conducía, y Raúl y yo en el maletero. La verdad es que era sacado de una comedia de los Hermanos Marx, sobre todo cuando ese coche lloraba cada vez que tenia que subir una cuesta.
Oscurecía, y allí, en medio de la nada... el coche se quedó sin gasolina.
- Coño, nos quedamos sin gasolina...- dijo Álvaro con la parsimonia que le caracteriza.
Se fue parando poco a poco, y justo cuando alcanzamos una cuesta hacia arriba, entró la última gota de gasolina del depósito.
- Ah, no! Aún tenemos gasolina...-
Justo cuando dijo esto, el coche dijo ¡POM! y se paró de nuevo...
- Bueno... pues ya si que no tenemos gasolina...- seguía con su parsimonia...
Esto a mi no me extrañó porque conozco a Álvaro desde hace tanto tiempo como para saber que NUNCA ha sido previsor con el depósito. Es más, me atrevo a decir que puedo contar las veces que he visto el piloto de la gasolina apagado conn los dedos de una mano... en todos sus coches...
Aparte de que, justo antes de ir paramos en una gasolinera y solo teniamos dinero para gasolina o mas cervezas y la opción que elegimos era clara...
Bajamos todos del auto. Dicen que en situaciones de peligro a cada uno le afecta de distinta forma: Álvaro, David, Raúl y yo nos dio por reír; los americanos por tirar piedras contra los olivos con cara de "qué detalle el pararnos aquí para que disfrutemos de la naturaleza de España"... y es que los pobres no se enteraban de una mierda; y Maribel estaba controlando a su prima Feli la cual estaba histérica gritando:
- ¡¡Que aquí hay lobos!!¡¡Que van a venir los lobos!!¡¡Que vienen los lobos!!
Claro, que estas frases sólo nos causaban más risa y los americanos seguían creyendo que todo esto era parte de las costumbres españolas, asi que siguieron a lo suyo...
"Bueno pues llamemos a alguien que nos venga a ayudar", dijo alguna mente brillante sin saber que ningún móvil tenía cobertura en Aznalcóllar... bueno, sólo uno tenía cobertura, el de Raúl, pero sin saldo...
La única opción que nos quedaba era esperar a que alguien pasara de noche por aquella carretera perdida dónde Cristo perdió una sandalia... la cosa estaba jodida...
Pero como todos sabemos, Álvaro tiene unos cuantos ángeles de la guarda a su entera disposición, y efectivamente tuvimos la suerte de que pasaron dos hombres en sus motos camperas y se pararon para ayudarnos... cuando le explicamos lo sucedido, la pregunta de los dos hombres fue mortal de necesidad:
- ¿y el otro coshe, copón?-
"No señor, solo hay uno"... y se empezaron a reír entre ellos.
Al final se llevaron a Álvaro a por gasolina mientras los demás esperábamos entre los gritos de Feli y las piedras de los americanos.
Al cabo de unos 20 minutos, volvieron con gasolina para el coche y otro vehiculo (lógico). Yo iba en el coche de los hombres y me estaba descojonando con los comentarios que hacían al respecto. Hay que recordar que eran de la misma "escuela" que Maribel peor conn la diferencia de que ellos no tenían fisico de Príncipe ni mucho menos.
- Mecagontó!tafihao cuanta hente iba en er coshe, copón?!!-
(Recorcholis! Has observado cuántas personas había para un sólo vehículo, eh?)
- Zizi! zi ehq ehto foráneo...ya ce zabe...
(Claro. Estas personas no estan acostumbradas a estos sitios... y pasa lo que pasa...)
Nos llevaron al pueblo y nos despedimos dándole las gracias, aunque seguían riendose de nosotros... y asi fue como terminó la vez en que iban a llegar los lobos... pero nunca vinieron...

2 comentarios:

Nakero dijo...

Ottia que lote de reir me he dao cabezon!! En cuanto he visto el título ya me he empezado a reir, ya sabía cual era...

Bueno pasemos a puntualizar un par de pequeñas correciones en la historia:

-Lo primero que las 10 personas q estabamos allí los llevé yo a todos. si, si, primero fuimos los retireños, cuando llegamos a la gasolinera teniamos gasolina para ir y volver por eso dedidimos comprar cervezas, lo que pasa es q estando en nuestro sitio secreto del pantano, me llamó Maribel q estaba con los americanos, (me la agarras con las dos manos) entonces hize el viaje q no debí hacer y fui recojerlos, plantandonos allí las diez personas correspondientes.

-En segundo lugar que si mal no recuerdo los allí presentes eramos:

Retiro: Alvaro, Chico, Raul y David
Aznalcollar: Maribel, Feli y Ezequiel
EEUU: Frank (paquito), Lewis (luis), y David (creo)

Que buena aquella, ¿como metes a 10 tios en un coche, te quedas sin gasofa, en un pantano y de noche?, pues nosotros fuimos capaces porque a veces, la realidad supera a la ficción...

Nakero dijo...

Ah lo de los puesto:

-Yo conducía solo (evidentemente)
-Maribel y la Feli de copilotas
-Atrás tres personas sentadas y dos encima de ellos.
-En el maletero Chico y Raul.